MAÑANA

A - Nombres

Majar (4279, מָחָָר), «mañana». Esta palabra tiene cognados en arameo tardío, egipcio, siríaco, fenicio y acádico (donde se usa con el sentido de «día»). Majar, como nombre o adverbio, se encuentra unas 52 veces en hebreo bíblico y durante todos las épocas de la lengua.

El vocablo se refiere «al día que sigue a este»: «Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy» (Éx. 16:23). Majar también aparece como nombre en Prov. 27:1: «No te jactes del día de mañana; porque no sabes lo que dará de sí el día».

Boqer (1242, בֹקֶֶר), «mañana». Este vocablo aparece unas 214 veces durante todos los períodos del hebreo bíblico.

El término boqer se traduce «mañana», pero en la mayoría de los casos no con el sentido del «día después de hoy», como en el vocablo anterior. Tampoco se refiere al tiempo entre la salida del sol y el medio día, como en castellano. Concretamente, boqer señala el período entre el final de la noche y el comienzo del día: «Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehová trajo un viento oriental sobre el país todo aquel día y toda aquella noche; y al venir la mañana el viento oriental trajo la langosta» (Éx. 10:13).

Boqer puede referirse al tiempo antes de la salida del sol. En Jueces 19:25 (RVA) leemos que los hombres de Gabaa violaron y abusaron de la concubina del levita «toda la noche hasta el amanecer, y la dejaron cuando rayaba el alba» (cf. Rut 3:13). Antiguamente en Medio Oriente la noche se dividía en tres vigilias. El último período, que se denominaba la vigilia de la mañana (Éx. 14:24), abarcaba el tiempo entre las dos de la mañana y el amanecer: el período que indica esta acepción de boqer.

Boqer, sin embargo, puede también significar «amanecer» o «alba». Éx. 14:27 dice que el agua del mar Rojo «al amanecer [literalmente «al rayar el alba»] regresó el mar a su estado normal». A decir verdad, boqer es sinónimo de «alba» en el siguiente paralelismo en Job 38:12: «¿Has mandado tú a la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar… ?»

En ciertas ocasiones boqer parece indicar «temprano por la mañana» o poco después del amanecer: «Vino a ellos José por la mañana, y los miró, y he aquí que estaban tristes» (Gén. 40:6). También, «Moisés… se levantó de mañana» y ascendió al monte Sinaí: Se levantó antes del amanecer para que pudiera comparecer ante la presencia de Dios en la «mañana» como Dios le había ordenado (Éx. 34:2, 4). «Al llegar la mañana» Jacob percibió que su compañera era Lea y no Raquel (Gén. 29:25; cf. 1 Sam. 29:10).

Como el antónimo de noche, boqer puede indicar además todo el período de claridad solar. El salmista ora diciendo: «Bueno es anunciar por la mañana tu misericordia y tu verdad en las noches» (Sal. 92:2 (RVA), o sea, alabar siempre a Dios (cf. Amós 5:8).

En Sal. 65:8 (RVA) boqer indica un lugar específico, donde nace el sol: «Por eso los habitantes de los confines de la tierra tienen temor de tus maravillas. Tú haces cantar de júbilo a las salidas de la mañana y de la noche».

Al menos en un caso el vocablo parece referirse a la resurrección: «Como ovejas que fueron apartadas para el Seol, los pastorea la muerte; los rectos se enseñorearán de ellos. Al amanecer se desvanecerá su buen aspecto, y el Seol será su morada» (Sal. 49:14 RVA).

A veces, boqer puede significar «mañana» en el sentido de «día siguiente». Este significado se encuentra primero en Éx. 12:10 (RVA), donde Dios dice a Israel que no debe dejar ninguno de los elementos de la Pascua «hasta la mañana; lo que quede hasta la mañana habréis de quemarlo en el fuego» (cf. Lev. 22:30).

Majar (4279, מָחָָר), «mañana». El significado básico del adverbio está expuesto claramente en Éx. 19:10: «Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos». En algunos pasajes se sigue de cerca la expresión idiomática acádica; se usa la frase yôm majar: «Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario» (Gén. 30:33). En la mayoría de los pasajes majar por sí solo (en forma absoluta) significa «mañana»: «He aquí, al salir yo de tu presencia, rogaré a Jehová que las diversas clases de moscas se vayan de Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo mañana» (Éx. 8:29). Es interesante que en Éx. 8:10 se usa la frase lemajar (que aparece 5 veces en la Biblia): «Y él dijo: Mañana». Cuando a majar le precede la preposición ke, el vocablo significa «mañana a estas horas»: «He aquí que mañana a estas horas yo haré llover granizo muy pesado» (Éx. 9:18).

Majorat (4283, מָחֳרָָת), «el día siguiente». Este adverbio, que está muy relacionado con majar, se encuentra unas 32 veces en todos los períodos del hebreo bíblico. Unas 28 veces majorat, con la preposición min, quiere decir «en el siguiente día». Esta es su forma y significado la primera vez que aparece el adverbio en la Biblia: «El día siguiente, dijo la mayor a la menor» (Gén. 19:34). En tres pasajes al término lo precede la preposición le, aunque el significado es el mismo: «Y los hirió David desde aquella mañana hasta la tarde del día siguiente» (1 Sam. 30:17). En Núm. 11:32 majorat, precedido por el artículo definido, aparece después de yôm, «día»: «Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices». En 1 Cr. 29:21 se encuentra otra construcción más con el mismo significado: «Ofrecieron a Jehová holocaustos al día siguiente».

C - Verbos

˒Ajar (309, אחַַר) quiere decir «quedarse atrás, demorar, tardar, postergar, aplazar». Este verbo, que pocas veces se encuentra en hebreo bíblico, por lo general se considera la raíz de majar, «mañana». El verbo aparece en Prov. 23:30: «Para los que se detienen mucho en el vino, para los que van buscando la mixtura». El significado de «demorar» se encuentra también en Jueces 5:28: «¿Por qué tarda su carro en venir?»

Baqar (1239, בָקָָר), «atender, cuidar, inquirir, procurar con placer». Aunque este verbo se halla solo 7 veces en la Biblia hebraica, aparece en los períodos tempranos, intermedios y tardíos, tanto en poesía como en prosa. El término tiene cognados en arábigo y nabateo. Algunos eruditos relacionan este verbo con el nombre baqar, «rebaño, ganado, buey».

En Lev. 13:36 (RVA) baqar quiere decir «procurar»: «Si la tiña se ha extendido en la piel, no busque el sacerdote el pelo amarillento». En Sal. 27:4 el término implica «procurar con placer o inquirir»: «Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo».

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