LAVAR
Rajats (7364, רָחַַץ), «lavar, bañar». El hebreo antiguo y el moderno tienen en común este vocablo que se encuentra también en el antiguo ugarítico. Se usa unas 72 veces en el texto del Antiguo Testamento hebreo. En su primera mención encontramos una ilustración de uno de sus usos más comunes: «Que se traiga un poco de agua para que lavéis vuestros pies» (Gén. 18:4 RVA).
Cuando el término se usa metafóricamente para expresar venganza, las imágenes son un poco más escalofriantes: «Lavará sus pies en la sangre del impío» (Sal. 58:10 RVA). La acción de Pilato en Mat. 27:24 evoca la declaración del salmista: «Lavaré en inocencia mis manos» (Sal. 26:6). Los trozos de un animal sacrificado generalmente se lavaban antes de quemarse sobre el altar (Éx. 29:17). Rajats se usa a menudo con el sentido de «bañarse» o «lavarse» (Éx. 2:5; 2 Sam. 11:2). En sentido figurado se dice de los ojos hermosos que son «lavados con leche» (Cant. 5:12).
Kabas (3526, כבַַס), «lavar». Este vocablo es un término común a lo largo de la historia de la lengua hebrea para denotar el «lavado» de ropa. También se encuentra en dos lenguas muy antiguas, ugarítico y acádico, donde se destaca el aspecto de trabajar la ropa con los pies (pisotear). Kabas aparece en el Antiguo Testamento hebreo 51 veces. Su primera mención es en Gén. 49:11 como parte de la bendición de Jacob a Judá: «Lavó en el vino su vestido».
En el Antiguo Testamento, el vocablo se usa principalmente con el significado de «lavar» ropa, tanto en el uso ordinario (2 Sam. 19:24) como en un sentido ritual (Éx. 19:10; 14; Lev. 11:25). A menudo se usa en un paralelismo con «lavarse a sí mismo», como en Lev. 14:8-9. Kabas se usa con la connotación de «lavarse» o «bañarse» a sí mismo solo metafóricamente y como expresión poética, por ejemplo, Jer. 4:14: «Lava de maldad tu corazón, Jerusalén, para que seas salva» (NRV).