DESOLAR, DESOLADO

Shamem (8074, שמֵֵם), «desolado, desconsolado, asombrado, espantado, devastado, asolado, arrasado». El verbo se encuentra tanto en el hebreo bíblico como en el moderno. Aparece unas 90 veces en el texto hebreo veterotestamentario. Shamem no aparece sino hasta Lev. 26:22: «Vuestros caminos sean desiertos». Como dato interesante, el término se usa 25 veces solamente en Ezequiel, que puede ser un reflejo del contexto histórico del profeta o, más probablemente, de su personalidad.

No está bien claro cómo se relacionan entre sí los significados «desolado», «desconsolado», «asombrado» y «espantado». En algunos casos, el traductor debe hacer una opción subjetiva. Por ejemplo, después que su hermanastro la violó, se dice que Tamar se quedó en la casa de su hermano Absalón «desconsolada» (2 Sam. 13:20 RVR; «preocupada» BJ). No obstante, no cabe duda de que estaba «espantada» («desolada» NBE) por lo que Amnón le había hecho. Es más, la expresión tradicional «asolado» algunas veces significa casi lo mismo que «destruido» (cf. Amós 7:9; Ezeq. 6:4).

Shamen a menudo expresa la idea de «asolar» o «arrasar»: «Arrasaré sus viñas» (Oseas 2:12 RVA; «devastaré» LBA). A veces se ven cosas tan horribles que «horrorizan» o «espantan»: «Miradme y espantaos [«horrorizaos» RVA; «quedaos atónitos» LBA], y poned la mano sobre la boca [o sea, «quedaos sin palabras»]» (Job 21:5 RV-95).

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