BUSCAR
A - Verbos
Baqash (1245, בָקַַש), «buscar, procurar, consultar». Este verbo aparece en ugarítico, fenicio y hebreo (tanto bíblico como posbíblico). Se encuentra en la Biblia unas 220 veces y en todos los períodos.
Fundamentalmente baqash significa «buscar» con el fin de hallar algo que está perdido o que falta, o al menos cuya ubicación se desconoce. En Gén. 37:15 un hombre le pregunta a José: «¿Qué buscas?» Un matiz particular de esta acepción es «buscar dentro de un grupo; escoger, seleccionar» a algo o a alguien aún no identificado, como en el caso de 1 Sam. 13:14: «Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón». Buscar el rostro o cara de alguien es «procurar» entrar en su presencia o tener una audiencia favorable con él; todo el mundo «procuraba ver» la cara de Salomón (1 Reyes 10:24 NRV). En un sentido similar uno puede «consultar» el rostro de Dios orando en la presencia de Dios en el templo (2 Sam. 21:1).
El sentido de «procurar para asegurase» enfatiza la búsqueda de un deseo o el logro de un plan. Moisés preguntó a los levitas que se habían rebelado en contra de la posición privilegiada de Aarón y sus hijos: «¿Procuráis también el sacerdocio?» (Núm. 16:10). Esto puede tener un matiz emotivo (antes que informativo), tal como, «aspirar o dedicarse a» y «estar preocupado por». Dios pregunta a los hijos de los hombres (seres humanos): «¿Hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira?» (Sal. 4:2). En un contexto cultual se puede «procurar» o «asegurarse» del favor o ayuda de Dios: «Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová» (2 Cr. 20:4). En estos casos, el elemento intelectual no es, por lo general, de interés primordial; no es información lo que se busca. Hay una excepción en Jueces 6:29: «Y buscando [baqash] e inquiriendo [darash], les dijeron: Gedeón hijo de Joás lo ha hecho». En contadas ocasiones el verbo se usa con el sentido de buscar información de Dios (Éx. 33:7). Con un sentido parecido se puede «buscar» el rostro de Dios (2 Sam. 21:1). En este caso baqash claramente connota procurar información (una búsqueda cognitiva). Véase también la búsqueda de sabiduría (Prov. 2:4).
La connotación de «buscar seguridad» puede referirse a la búsqueda de la vida (nepesh). Dios dijo a Moisés: «Vé y vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte» (Éx. 4:19).
Baqash puede usarse con este mismo matiz, pero sin nepesh (como cuando Faraón «procuró matar a Moisés» [Éx. 2:15]). Solo hay dos casos en que este matiz del vocablo se refiere a procurar el bien, como, por ejemplo, en Sal. 122:9: «Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios buscaré tu bien» (en general se usa darash cuando se trata de procurar el bien propio).
Unas 20 veces baqash tiene la acepción de responsabilizar a alguien por algo sobre lo cual el sujeto tiene un derecho legal (real o imaginario). En Gén. 31:39 (el primer caso del verbo en la Biblia) Jacob se defiende con Labán: «A mí me lo cobrabas», refiriéndose a animales destrozados por fieras.
Muy pocas veces baqash se refiere a buscar o trasladarse hacia algún lugar. José «buscó dónde llorar; y entró en su cámara, y lloró allí» (Gén. 43:30).
El verbo puede usarse teológicamente, no solo en el sentido de procurar un espacio delante del Señor (o sea, estar delante de Él en el templo buscando su bendición), pero también puede referirse a una actitud: «Pero cuando desde allí busques a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscas de todo tu corazón y con toda tu alma» (Deut. 4:29 RVA). En casos como este donde el verbo se usa en un paralelismo sinónimo con darash, ambos verbos tienen el mismo significado.
Darash (1875, דָרַש), «buscar, indagar, consultar, preguntar, requerir, frecuentar». Este verbo es un término semítico común que se encuentra en ugarítico y siríaco, y también en el hebreo de varios períodos. En hebreo moderno se usa comúnmente en los verbos, «interpretar» y «exponer», y también en los derivados de los nombres «sermón» y «predicador». Darash aparece más de 160 veces en el Antiguo Testamento, comenzando con Gén. 9:5: «Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas». A menudo tiene la connotación de venganza por ofender a Dios o por derramamiento de sangre (véase Ezeq. 33:6).
Un uso bastante frecuente del término es en la expresión «consultar a Dios», que a veces indica una búsqueda en oración privada de la dirección divina (Gén. 25:22); a menudo se involucra un profeta como instrumento de la revelación divina (1 Sam. 9:9; 1 Reyes 22:8). En otras ocasiones la expresión se usa en relación con el Urim y el Tumim cuando el sumo sacerdote procuraba descubrir la voluntad de Dios lanzando las piedras sagradas (Núm. 27:21). Exactamente lo que esto involucraba no está claro, pero suponemos que las respuestas serían «sí» o «no» según cayeran las piedras. Los pueblos paganos y aun israelitas apóstatas «indagaban» de dioses paganos. Por lo que el rey Ocozías instruyó a sus mensajeros: «Id y consultad a Baal-zebub dios de Ecrón, si he de sanar de esta enfermedad» (2 Reyes 1:2). En flagrante violación de la ley mosaica (Deut. 18:10-11), Saúl acudió a la adivina de Endor para «consultar» (RVA) con ella, lo cual en este caso implicaba convocar al difunto profeta Samuel (1 Sam. 28:3ss). Saúl procuró a la adivina de Endor como último recurso, diciendo: «Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte» (1 Sam. 28:7; «consulte» RVA).
Con frecuencia, el vocablo se usa para describir la «búsqueda» del Señor en el sentido de establecer con Él una relación de pacto. A menudo los profetas se valieron de darash mientras convocaban al pueblo a dar un giro completo en sus vidas, diciendo: «Buscad a Jehová mientras puede ser hallado» (Isa. 55:6).
B - Nombre
Midrash puede significar «estudio; comentario; historia». El vocablo aparece unas pocas veces en el hebreo bíblico tardío (2 Cr. 13:22); se usa corrientemente en el judaísmo posbíblico para referirse a los diversos comentarios tradicionales por los sabios judíos. Un ejemplo de cómo el término se encuentra está en 2 Cr. 24:27: «En cuanto a los hijos de Joás, y la multiplicación que hizo de las rentas… he aquí está escrito en la historia [comentario] del libro de los reyes».