BIENAVENTURADO
˒Ashrê (835, אשְרֵֵי), «bienaventurado, feliz». De las 44 veces que aparece este nombre, 40 están en pasajes poéticos: 26 veces en los Salmos y 8 en Proverbios.
El término comunica básicamente la «prosperidad» o «felicidad» que experimentan los que son favorecidos (bendecidos) por alguien superior. En la mayoría de los pasajes, quien otorga el favor es Dios mismo: «Bienaventurado tú, oh Israel. ¿Quién como tú, pueblo salvo por Jehová» (Deut. 33:29). La persona bienaventurada no siempre goza de una situación «feliz»: «He aquí bienaventurado [feliz] es el hombre a quien Dios castiga; por tanto, no menospreciéis la corrección del Todopoderoso, porque Él es quien hace la llaga, y Él la vendará» (Job 5:17-18). Elifaz no quiso decir que la condición de Job era, en sí, «feliz»; sino que Dios estaba preocupado por él, por tanto era «bienaventurado». Su situación era «feliz» porque el resultado sería bueno. Job, por tanto, debería reírse de su adversidad (Job 5:22).
A juzgar por las palabras lisonjeras de la reina de Sabá a Salomón (1 Reyes 10:8), no siempre es Dios el causante de la «buenaventura».
Ser «bienaventurado» ante Dios puede que no siempre tenga relación con las situaciones sociales o personales que hoy en día consideramos necesarias para alcanzar la «felicidad». Si bien «bienaventurado» es la traducción correcta de ˒ashrê, hoy no se puede decir lo mismo de «feliz», que no tiene el mismo peso para los lectores modernos de la Biblia.