ATRIO, CAMPAMENTO

Jatser (2691, חצֵֵר), «atrio; recinto». Este vocablo está relacionado con un verbo semítico común que tiene dos significados: «estar presente», en el sentido de morar en un lugar determinado (campamento, asentamiento, residencia), y «encerrar, rodear, apretar». En el hebreo veterotestamentario, jatser aparece unas 190 veces bien distribuidas por todo el texto, excepto en los profetas menores. En algunos diccionarios hebreos el uso de jatser como «morada permanente», «poblado» o «aldea» se trata aparte de «atrio». Sin embargo, la mayoría de los diccionarios modernos identifican solo una raíz con dos significados relacionados.

Jatser aparece por primera vez en la Biblia en Gén. 25:16: «Estos fueron los hijos de Ismael y sus nombres según sus aldeas y campamentos: doce jefes según sus naciones». Aquí jatser se refiere al primer significado del radical hebreo, que aparece con menor frecuencia que «atrio». El jatser («asentamiento») era un lugar en el que moraba el pueblo sin un recinto que le protegiera. En Lev. 25:31 se explica el término: «Mas las casas de las aldeas que no tienen muro alrededor, serán consideradas como campo abierto; tienen derechos de redención, y son recuperadas en el jubileo» (LBA).

Jatser significa «asentamientos» de pueblos seminómadas: ismaelitas (Gén. 25:15), aveos (Deut. 2:23) y Cedar (Isa. 42:11). Jatser también denota un «asentamiento» extramuros. Las ciudades de Canaán eran relativamente pequeñas y no tenían capacidad para toda la población. En tiempos de paz, los residentes de la ciudad podían construir sus casas y talleres formando un sector aparte. Si la población aumentaba, el rey o gobernador a menudo decidía encerrar el nuevo barrio con un muro y así lo incorporaba a la ciudad existente a fin de proteger la población de bandidos y guerreros. Jerusalén fue creciendo paulatinamente hacia el oeste; en tiempos de Ezequías llegó a ser una ciudad grande. Hulda la profetiza moraba en un asentamiento como este, conocido en hebreo como misneh: «En el segundo barrio de Jerusalén» (2 Reyes 22:14 RVA; «segundo sector», LBA).

El libro de Josué incluye las victorias de Israel sobre las ciudades principales de Canaán, con sus suburbios: «Ayin, Rimón, Eter y Asán; cuatro ciudades con sus aldeas» (Jos. 19:7 LBA; Jos. 15:45, 47; 21:12).

La acepción principal de jatser es «atrio», ya sea de una casa, un palacio o un templo. Por lo general, cada casa tenía un «atrio» o patio rodeado por un muro o varias casas compartían uno: «Pero un muchacho los vio e informó a Absalón. Por tanto, los dos se dieron prisa y llegaron a la casa de un hombre en Bajurim, quien tenía un pozo en su patio, y se metieron dentro de él» (2 Sam. 17:18 RVA). El palacio de Salomón tenía varios «atrios»: un «atrio» exterior, un «atrio» que rodeaba el palacio y un «atrio interior» en medio del palacio. En forma similar, el templo tenía varios atrios. El salmista expresa su gozo por estar en los «atrios» del templo, donde las aves construían sus nidos (Sal. 84:3); «Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos: Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad» (Sal. 84:10). El pueblo de Dios anhelaba la reunión de todo el pueblo en los «atrios» de Dios: «En los atrios de la casa de Jehová, en medio de ti, oh Jerusalén. ¡Aleluya!» (Sal. 116:19).

Las traducciones en la Septuaginta son: aule («patio; granja; casa; atrio exterior; palacio»), epaulis («granja; estancia; residencia») y kome («aldea; pueblo pequeño»). En la RV encontramos «atrio; aldea; pueblo».

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