El fruto del Espíritu: El gozo
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Notas de una reunión
El amor, el gozo, la paz. ¡Qué hermosa cosecha! Estos son los frutos del país. Gozo colmado, ¡sin que falte nada! Juan dice: «Nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos para que vuestro gozo sea cumplido» (1 Juan 1:3-4).
En Juan 16:24, tenemos el gozo colmado en la dependencia: «Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo».
En Juan 15:10-11, tenemos el gozo colmado en la obediencia: «Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he dicho para que mi gozo permanezca en vosotros, y vuestro gozo sea completo».
En Juan 17:13, los discípulos tienen el gozo colmado en sí mismos con la seguridad: «Pero ahora voy a ti; y estas cosas digo en el mundo, para que ellos tengan mi gozo cumplido en sí mismos».
En Juan 16:22, tenemos el gozo colmado en nuestro encuentro con el Señor cuando le veamos a él mismo: «Ahora estáis tristes; pero os veré otra vez, y se alegrará vuestro corazón, y ninguno os quitará vuestro gozo».
1 Pedro 1:8: «Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto; en quien aún sin verle, creéis, y os alegráis con gozo inefable y glorioso».
El gozo del Jehová es vuestra fuerza. El gozo es aquí la fuente y el poder.